
Es un proyecto de Enrique López Llamas hecho ex profeso para la Galería Libertad. López Llamas reflexiona a través de sus piezas sobre la figura del artista y sus condiciones frente a la autoridad, a la centralización de la cultura en México y a sus propias aspiraciones de trascendencia.
A continuación el texto ficción que sirvió de texto de sala:
Tuyo
¿Quién es Julio Castillo? No había escuchado su nombre hasta que en una reunión alguien me dijo: ¿qué? ¿no lo conoces?
Estoy cansado de repetir que los artistas muertos son utilizados para escribir una historia cuyo único propósito es mantener a los demás fuera de la Historia. Quiero que alguien se pregunte quién fui y recuerde la ocasión
en que escuchó por primera vez: ¿qué? ¿no lo conoces? Quiero que escriban: Murió tan joven. Hizo tanto con tan poco. Una terrible pérdida para la Nación. Y que el compañero al que yo le caía mal diga: Fue un gran personaje, éramos grandes amigos artistas.
O que se escuche en una cantina a alguien diciendo: Era un futurista, pero en el buen sentido, no por fascista, machista, o progresista. Quiero al presidente de la República decretando la construcción de un museo. Mi nombre en la entrada. Incluso que se preserven mis crocs de color azul. Y que el visitante diga: Wow, jamás imaginé que se podía hacer arte contemporáneo estando tan cómodo. Y que en la cantina alguien tire una botella y responda:
¡No!, dejemos de idealizar las figuras que el Estado y la iniciativa privada promueven a su interés y beneficio, ¡me cago en sus crocs!, ¡quememos su museo!
Quiero que alguien robe el marco de una de mis obras y haga con él un arma blanca. Quiero provocar un estado de emergencia: Atención, queda estrictamente prohibido transitar las calles de la ciudad; tome precauciones hasta nuevo aviso. Quiero irrumpir en la casa del gobernador mientras toma su siesta matutina. Pateo la puerta y grito: ¡Canalla! ¡Te encontré! ¿Dónde están los empleos, y la seguridad, y la salud, y el desarrollo que prometiste? ¿Dónde
está mi museo? Tú eres el culpable de que las cosas sean como son. Y que él responda: ¡Imbécil! ¿Quién te crees que eres?
El culpable no tiene nombre, ni apellido, ni partido. Que su escolta se acerque por las escaleras y yo escape a través de una puerta secreta que conecta con una galería. Al teléfono, el gobernador furioso: Maldita sea, Alicia, ¿cómo lo dejaron entrar? ¡estás despedida! Comisario general, no descanse hasta atraparlo.
De pronto aparece mi rostro en cadena nacional: Se busca artista, presunto culpable; se le vio por última vez en pijama y crocs azules, miraba en youtube videos sobre cómo hacer un arma con el marco de una obra robada. Entonces corro por mi vida, y corro, y corro, y corro, y corro, pero me canso porque muy en el fondo sé que yo quiero ser uno de esos artistas muertos.
Enrique López Llamas (Aguascalientes, MX. 1993) Su práctica artística toma relatos específicos de la historia bajo un carácter lúdico que ironiza la forma en que éstos han sido utilizados para manipular y generar vínculos entre la sociedad, espacios y sucesos del presente. En su obra se hace recurrente la revisión de acontecimientos, tanto de la historia política del país como de la historia del arte, con el fin de señalar la incómoda convivencia entre las estrategias de legitimación y las estructuras discursivas que nos moldean. Es Licenciado en Artes Plásticas por la
Universidad de Guanajuato y actualmente cursa el Programa Educativo SOMA.
Cuenta con más de diez exposiciones individuales y ha participado en diversas
exposiciones colectivas en México, E.U.A., Ecuador y Colombia.